Desde que abrieron esta vía ya le eché el ojo. Tras algunas repeticiones colgadas en esta caja de plástico lo ví más claro, había que ir.
Curiosamente en la guía no la pinta como de las super-guapas y comentándolo con su autor, este decía que no le acabó de convencer. Siempre hay gustos para todos. Así que un frío día de este invierno nos fuimos para allá, bien motivados. Calculando las horas de coche, a mi me llevaba unas 3 (ida y vuelta), pero Jorge ya se comía el doble de carretea. Si hay ganas (y pasta para la gasolina), no hay distancia.
La vía es una verdadera maravilla, toda sobre roca excelente y pinchosa. Alterna constantemente las placas excelentes con las fisuras de puro disfrute. Únicamente, arriba sacrifica la lógica en pos de la continuidad, el patio y la dificultad. Cuando ya saldrías recto-derecha con escasa dificultad, el itinerario se arriesga por una travesía con final incierto pero, finalmente, apoteósico. Otra cosa que no me acabó de llenar es terminar en una feixa, sin llegar arriba, aunque es posible aventurarse por tu cuenta y riesgo.
Conclusión final: una de las mejores vías que he escalado en los últimos meses, o mejor, la mejor.
Mucho cuidado en el L3 a desviarnos hacia la derecha tras haber pasado la micro-sabina roñosa, en busca de la role no visible ni evidente. Yo seguí recto y fui a parar a un clavo de la vía vecina, no entendía nada pero me parecía demasiado chungo, menos mal que al final rectifiqué. Una cordada de Manresa nos acompañó, recorriendo la vida de artista.
Mega VVB y la mejor vía que hasta el momento he escalado en Sant Joan.
Recientemente Parce ha publicado una reseña con los grados por los suelos. De acuerdo que la original sería un poco vidilla, pero esta igual desfasa algo hacia la otra punta. Posiblemente un mix sería más acertado. Para gustos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario