Que chungo es
eliminar de la agenda del teléfono a un amigo. Ya van unos cuantos y no te
acostumbras nunca. Esta vez fue una llamada del Niño quien me comunica el fatal
accidente en parapente de Ninu. Una excelente persona que se va y que no
debería hacerlo. Sientes una sensación de tristeza, impotencia y vacío a la
vez.
Con Marta, estábamos
fraguando la apertura de un nuevo itinerario y que menos que hacerle una
modesta dedicatoria.
El día que
hicimos la vía del Ibón, nos liamos un poco para llegar pero fue perfecto para descubrir
una línea que me llamó la atención.
Una placa muy
lisa, de derrumbe y finalizada en una barrera de techos. Iríamos por allí y si
era muy difícil, siempre está el diedro de la derecha, el límite del derrumbe.
En la parre
superior ya habría que improvisar.
A partir de la
R2 nos situamos justo bajo la placa mas característica de toda la vía. Lisa
lisa. Y no es que no tenga adherencia, es que patina lo que no está escrito,
una pena. Unas pocas regletas nos salvan la situación. Eso si, por la placa ni
pensarlo, así que el diedro se revela como la mejor solución.
Un largo
regletero y precioso de 6a da lugar al tramo clave de la vía, si vamos en libre
(6c+). En artificial no planteará ningún problema a los repetidores, pero en
libre hay que tener fe y una visión excelente de la jugada.
Muy importante
justo salir del diedro irse hacia los árboles de la derecha, si no queremos apedrear
bien apedreado al asegurador/a.
La continuación
fue improvisar por el terreno que parecía mas aceptable, manteniendo un poco la
dificultad. Hasta los dos últimos largos que, irremediablemente son de tramite
para salir por arriba y resultan muy sencillos.
El descenso fue
un pelín emocionante por la tormenta y los rallos, llegamos al coche totalmente
empapados, pero contentos por haber terminado en dos días algo que,
inicialmente, le echaba cuatro.
Vía discontinua,
es lo que da de si la pared, pero creo que aún puede salir algo bastante digno
y largo, en un futuro.
Inicialmente
quedó bastante sucia de musgo, a pesar de limpiar algo y tirar muchos bloques
abajo, alguno de tamaño considerable.
Durante los
siguientes días, los locales la fueron repitiendo con cierta asiduidad, al
ritmo de una al día y poco a poco se ha ido saneando cada vez algo mas.
Quedo con Jorge
una tarde y le damos el pegue del rotpunkt. La verdad es que para ser una vía
feucha, me lo pasé muy bien y me gustó bastante.