A esta vía le tenía el ojo echado hace y bastante tiempo. Abierta por ilustres escaladores Catalano-Franceses y ofreciendo una vertical escalada en fisura desequipada.
Accedemos desde Artouste, dónde realizamos un vivac. La aprox es bastante incómoda, por pedreras. Marcan horarios entre 1 h. y 1,30 h. Unánimemente 2,15h. nos parece mas real y honesto.
Tras dar unas cuantas vueltas y discutir por donde debe transcurrir el itinerario, al final lo clavamos.
Mucho calor, lugar muy aislado y vía realmente buena y recomendable pero que no acabamos.
Para regresar decidimos hacerlo por la Breche de la Lie a ver si es mas cómodo.
Unos neveros facilitan bastantes tramos del descenso pero sin ellos es un pedregal mas infame aún que el del otro lado. Voy bastante cargado y cansado, sumado al calor. En un momento dado pego un resbalón tonto, como tantos otros, poco antes de llegar al buen camino de la HRP. Con tan mala fortuna que mi brazo va a parara a un filo muy acuchillado y el granito entra, pero bien entrado.
Buen tajo, abierto y profundo. Cuando miro toda la sangre y los trozos de grasa que salen del agujero casi me da algo.
Al ir retrasado llamo a Carlos Ramos a gritos y piuuuus.
Gentilmente lleva todo el material hasta los cercanos Lacs de Carnau, dónde unas chicas, que resultaron ser médicas, me hacen una primera cura.
Valoramos la situación, entre lo que nos queda hasta la estación de tren y lo lento que iré yo, es fácil que perdamos el último tren, tenemos allí el material de vivac pero tampoco hay cobertura y tantas horas sin curar la herida facilitarían su infección, así que decidimos llamar al helicóptero.
Carlos se da una carreta hasta la estación para avisar (no hay cobertura en ningún sitio) y yo espero en el lago un buen rato.
Me dejan en Pau, dónde me recoge Jordi. Regresaré a mi coche en el Portalet pasadas las 12 de la noche. Ni pensar moverme mas, caigo rendido.
La herida es grande pero no ha afectado nervios ni tendones, serán 15 días de reposo hasta que me quiten los 12 puntos.