Hace días que
Toño me enseñó una foto de esta gran rampa, situada cerca del refugio de Biadós
y bajo el Pico de Bachimala.
No sabíamos
cuantos metros tendría, pero bastantes. La roca parecía no ser ninguna de las
que habitualmente escalamos y la pinta era de que saldría algo fácil. Aproximación
chollo, por camino y en sólo media horita.
Tras dos años de
espera fuimos a ver lo que había. La roca resultó ser una pizarra de buena
calidad, para lo que son estas cosas, aunque con muchos guijarros sueltos que
no suelen constituir mucho problema.
Se estructura en
forma de pequeños escaloncitos que facilitan la progresión, incluso demasiado
puesto que ha salido una vía muy pero que muy fácil. III con algún paso aislado
de IV.
LA VÍA MÁS FÁCIL DEL MUNDO.
No ofrece muchas
posibilidades de aseguramiento, algún friend de vez en cuando y no siempre
bueno, lo que ha obligado a la colocación de algunas chapas, en reuniones y de
vez en cuando en los largos. No obstante podemos considerar que se trata de un
itinerario muy expuesto, hay algún largo sin ningún seguro ni posibilidad de
colocarlos, otros tienen uno o dos. Pero la verdad es que la progresión es
sumamente sencilla.
El primer día
fuimos un poco tarde, a ver que es lo que había, subimos 7 largos largos y lo
dejamos para otra jornada.
El segundo
rematamos hasta arriba, con la misma tónica pero mucho más ambiente. Vistas
sensacionales en un precioso entorno, rodeados de tresmiles: Bachimala,
Posests, Espadas.
Tanto la
aproximación (30’) como el descenso (2 h), resultan muy cómodos y bonitos.
Una ascensión
recomendable para llevar a amigos que no escalan y que vean un poco de “patio”,
no es necesario ni que lleven pies de gato.
Tampoco descarto
la posibilidad de regresar algún día y meterle 4 chapas más para ir sólo con
las cintas.