Como casi todos los de por aquí, conocí el Pic Ne gracias a la guía de Ravier, Munsch y Thivel. En ella citaban y reseñaban un muy bien itinerario equipado y difícil. Al cabo de un tiempo Juan Luis corroboró la belleza de la vía y que merecía la pena el pateo hasta allí arriba. Indagando, aparecen una Ravier justo a la izquierda, siguiendo el sistema de fisuras y canales más evidentes del centro de la pared y otra de Sebie y compañeros, a la derecha, por terreno medio lógico medio búscate la vida entre alguna placa. Entre ambas la Demi Lune, un viote de séptimo grado, con bastantes tramos de 6c y 6b. Hablando con algunos escaladores lugareños, todos coinciden en que es buena, pero está lejos. La realización de la futura guía de la zona me empuja a subir un día hasta la base del Pic Ne. Un inicio de verano con tiempo demasiado inestable, hace retrasar el proyecto hasta que, por fin, se dan unas mínimas condiciones. Junto a Santi Gracia nos planteamos la ascensión en un día de coche a coche. En esto de ir rápido, parece que no le va nada mal. Tras un día malo, subimos a toda mecha. La primera parte del camino, bien. La segunda no tanto: se trata de un valle-super-caos de bloques aún mojados por la lluvia de ayer y dónde tienes que ir con mucho cuidado con los patinazos, ojo.
La pared es muy bonita y, al margen de las vías existentes, las nuevas posibilidades se ven elevadas, aunque sólo de pensar el subir hasta aquí con material para abrir, se me pasan las ganas. En fin, al tajo.
El primer largo es el más difícil, y obligado, con diferencia de toda la vía. Santi se lo curra a vista en un montón de rato, pero no es para menos (kin lolo). Yo empiezo a pillar aquí de lo lindo. El resto de la vía también lo paso fatal y no disfruto nada de nada. Estreno gatos recauchutados, aunque no se que suela me han puesto ya que no agarra ni lo más mínimo. En una role jugamos, a ver quién se aguanta más en adherencia, dónde Santi se queda sin problemas, yo patino sin problemas. Toda la vía se convierte en un juego de supervivencia entre chapa y chapa, buscando siempre el micro canto. Además casi todo es en adherencia, una agonía. Sólo me sale un 6c de segundo y de milagro. En fin, no disfruto una vía, que en otras condiciones la hubiera disfrutado.
De todos modos, diría que está bien pero que tampoco es para tantísimo. Arriba hay musguillo típico Pirenaico. A mi no me importa, pero siempre habrá a quién si. El tiempo se tapa y se despeja, entre nubes disfrutamos de un magnífico Espectro de Broken.
Luego vendría el problema: la bajada. En vista del coñazo de los bloques de aproximación, decidimos bajar por el valle de al lado, a pie. Siguiendo las explicaciones de la guía (y la reseña original, que es lo mismo), no bajas andando ni en broma, te mete en medio de un paredón. En una brecha, cerca de la cima, encontramos dos clavos bastante nuevos que, en un rapel, parece que te dejen en el valle contiguo. Bajamos pero no es así. Se acaba la cuerda y hay patio. Destrepillo hasta un merlet cutre con cordino (más cutre). De ahí no rapelamos por el miedo a que salte el cordino del leve merlet. Largo destrepe asegurados en diagonal, hasta llegar al final de la pared. Da cosa por el patio, la hierba y las escasas posibilidades de asegurarse, menos mal que es fácil.
Bajada peligrosa y nada recomendable, está claro que por aquí no era.
Entonces viene la gran duda: se veía un gran collado más allá y parecía muy factible llegar hasta el a pié (desde la cima) y bajo la cresta, a su derecha, para pasarlo y bajar ya sin problemas hacia el lago y la cabaña. Aunque esto no se parece en nada a la explicación que da la guía, podría tratarse de la vía normal al Pic Né.
Agradecería muy mucho si alguien conoce o va a hacer la vía, que me dijera si ese collado (bajo el Tuque de Bat Houradade) sería la bajada correcta. Regalo libro de la zona cuando salga, en agradecimiento.
La verdad es que ese día pasaron bastantes más cosas, a contar en círculos más íntimos.