Sinsat es uno de aquellos lugares buenísimos que nos ofrece el Ariege.
Encontraremos tanto vías deportivas como de cierta longitud, hasta 400 metros enlazando resaltes. Roca de muy buena calidad y con tramos curiosos de conglomerado al que le han pasado una lijadora y los bolos no bolean.
Mi primera incursión fue, hace ya muchos años, a la zona deportiva. Para empezar no me comí la cabeza y fuimos al sector más cercano (error).
Que agonía, vías muy pulidas y grados imposibles, recuerdo el arrastrarme por un 6a agarrándome a todo y no verle ni color en libre. En teoría era un grado asumido de sobrísimas. Pillé por todas partes. A la dificultad pura se le sumaba un tremendo calor y el ruido incesante de la fábrica de al lado. Como para no volver. Con el tiempo descubrí que algunas zonas del Pirineo Francés, especialmente las más añejas, disfrutaban de un grado cósmico tipo Montanejos, Sant Bent o Baldellou y ya me quedé más tranquilo. Volví frecuentemente al Ariege pero a otras zonas, más agradecidas en todos los sentidos. Luego le tocó el turno a las vías largas: un abandono casi arriba de Festin de Pierre, buenísima, por tremenda tormenta que nos dejó empapados. Y la bonita Integrale de Anais, la vía más larga de Sinsat, para disfrutar de una escalada muy variada.
Un día decidí darle otra oportunidad a las deportivas y fuimos a las situadas en el otro extremo de la franja caliza del río, el sector más alejado, digamos.
Con pies de plomo, pasé bajo las lisas placas que me habían tumbado años atrás, y mirándolas solo de reojo y pasando rápido. Comencé con la mosca tras la oreja y, tachan, triumf. Todo lo contrario de las otras vías: grado normal, roca adherente, verticalidad sostenida y buen canto. Lo que me esperaba fuese una jornada tirando a cutre, acabó siendo un bonito día escalando vías preciosas.
Sinsat es un lugar con infinidad de posibilidades y dónde nos esperan un montón de buenas alternativas de todos los grados. La mejor guía, con diferencia es la de Achard, pero actualmente se encuentra muy desfasada. De todas maneras nos irá muy bien para situar las paredes, aproximaciones y descensos. Ni se os ocurra ir en pleno verano.