Que difícil es coordinarse unos días fuera, especialmente si cada día quedas con una persona diferente. Después de un montón de llamadas un finde va y llueve. Lo dejo para el siguiente y le añado otro día de propina. Como tengo que hacer otros menesteres por la zona, intento montarme tres días por Riglos/Peña Rueba. Lo de Peña Rueba no consigo atarlo y tras un pateo, otras cosas, anotaciones varias, algunas fotos maluchas y mucho calor, el resto del sábado me lo paso tirado en la furgo, leyendo y echando la siesta. No paro de mirar de reojo a las numerosas cordadas que colorean los mallos, pero hoy no toca.
Menos mal que ayer hice un pequeño viote. Había quedado con Toño para la Rueba, que ya me costó convencerlo. Al final viendo los calores de las jornadas precedentes, optamos por que le diesen por saco a la Rueba (ya iré yo sólo el sábado) y nos quedamos en su Riglos natal. Toño debe ser la persona que más veces haya ascendido al Puro, la norte en concreto le habrá visto pasar una cincuentena de veces. Me propone hacerla y de entrada dudo. Más que dudar es que, como que no. Mogollón de días sin escalar en general, mogollón de años sin hacerlo en Riglos y meterme en un berenjenal expo no me seduce mucho. Accedo, pero en top rope. La verdad es que es uno de los lugares dónde se estaba más fresquito. Abajo repartimos tiradas y, una vez en la arista, tira el. Largo a largo, supera rápidamente toda la arista, con una facilidad pasmosa y sin dudar ni en una sola presa. Las conoce una a una, juega en casa.
La vía me decepciona un poco en cuanto a calidad de roca, no se porqué pero me la imaginaba de primera calidad y no. Aunque está bastante saneada por el paso de las cordadas, mejor ir un poco al loro. El tema de seguros está justillo, los hay y los pones. Los que hay: 1 parabolt por largo (en el mejor de los casos), situado estratégicamente en el paso clave, luego algunos puentes y clavos de calidad diversa. Algunos se ven bien, otros, mejor ni mirarlos. Según dónde una caída supondría un naton del 15, arrancando algunos puntos. Lo que pones, queda bien pero es poco. Las reuniones a caldo.
Luego la vía: me pareció buenísima, estética con avaricia y abierta con toda la maestría de la que eran capaces aquellos Aragoneses. De cara a las itis no era mala opción, puesto que posee pocas y cortas panzas, dominando la escalada en placa no dolorosa y no traumática.
Total, una perfecta media jornada, visto y no visto y a comer a la chopera, teniendo en cuenta que habíamos empezado más tarde de las 11.