El Llençol, La Taca Blanca, El Roc del Poll, incluso La Roca Llisa como la llamaron los primeros escaladores (Salike-Mir) si no recuerdo mal. Es una franja formada por diversas agujas y paredes, situada a cierta altura y justo sobre el amplio, cómodo y bonito Camí de les Barteries. Sólo 5 vías nuevas respecto a la anterior edición, más algún error arreglado. Encuentro que tiene buenas vías y otras no tanto, demasiado bloqueras para mi gusto. Luego está lo de los grados, especialmente en las citadas vías bloqueras algunos 6c o 7a me parecen verdaderamente imposibles.
El entorno es bastante sugestivo, elevado y con buenas vistas sobre las poblaciones adyacentes y la autovía llena de camiones que vienen, van y nos mandan para arriba el ruido de los motores en todo su esplendor. Lo que se dice ambiente ciudadano, pero tiene su gracia. Su situación un tanto alejada no da lugar a grandes aglomeraciones de escaladores, aunque el paso de caminantes es casi constante. Mejor será que no dejéis todo el material y la cuerda desparramados en medio del camino.
En las fotos aparecen: Uri, Llullu, Josep y desconocidos.
Y con esta entrada llegamos al final del cansinismo extremo que ha supuesto el recorrido, casi total, por todos los sectores de la cara sur de Montserrat. He procurado hacer un repaso de todas las novedades existentes en la vertiente, desde la publicación del anterior libro hasta este, que no han sido pocas.
Por el momento, un descanso y cambio de aires y, cualquier día de estos, empezamos con las vías largas…
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