Nuevo viaje a
Grecia, esa vez con Pep.
La anterior vez
fui cambiando planes conforme cambiaban los compis, de forma que me quedé con
las ganas de visitar esta zona con vías largas y junto al mar, así que esta vez
iríamos directos a allí.
Ya de entrada,
fue curioso en el avión que me da, en un momento dado por conectar los mapas
sin conexión y me dicen que, casualmente, sobrevolamos cerca de Varasova. Me
asomo y allí estaba la pared. Aproveché para hacerle alguna cutri-foto
telefónica. Un enorme peñasco con paredes de hasta 600 metros, muy cera del mar
y que finalmente termina cayendo directamente al agua.
Según el objetivo
caminas mas o memos, pero la cosa va desde los 0 a los 40 minutos de
aproximación, nada alarmante.
El lugar es
exageradamente tranquilo, todos los días menos el domingo, estuvimos totalmente
solos, en contraste con el bullicioso Leonidio.
Para rematar la
estampa una gran entrada del Mar Jónico a modo de enorme fiordo donde no hay ni
un cuarto de ola y un telón de fondo con montañas nevadas, te transmite esa
calma interior que todos necesitamos.
Si encima
disfrutas de buenas vías y buena
compañía, la estancia puede ser perfecta.
Decidimos
empezar por Africana, un itinerario que recorre el centro de una atractiva
pared, semiequipada, con roca excelente y con 6a como máximo. Parece una excelente
opción como toma de contacto.
Por otro lado ya
me habían comentado que ojo dónde te metías porque la cosa pordía ser bastante
desequipada y expo.
Aquí había que
escalar pero tampoco era nada exagerado.
Una preciosa
línea muy lógica, pero poco equipada y que a veces te obliga a afinar y buscar
el itinerario. En un tramo lo pasé un poco mal, mas por no saber si estaba en
la vía que por la dificultad. Finalmente comprobar que estaba y llegar a la
role me produjo una gran alegría.
Por lo demás, buena
elección como inicio, con tramos muy buenos, alternados con otros bastante
matojeros. Como vimos es bastante común aquí ese cambio repentino.
La roca, sin
llegar a ser la maravilla de Leonidio, es muy buena y con tramos excelentísimos.
Nos gustó.
La bajada ya es
otro rollo. Una vez hecha, os recomendaría que rapeléis desde el árbol de la
penúltima reunión. Mucho mejor.
Se va caminando
siguiendo fitas y puntos rojos a la derecha, muy largo y bastante incómodo por
terreno de lapiaz.
Al final encuentras
un par de rápeles que te dejan muy cerca de la carretera.