Al día siguiente volvemos a pegarnos el madrugón y encarrilamos hacia la Combe Wallot, en dirección al Frondiellas Central, el objetivo es escalar la vía Ursi. V+ con algún 6a y semiequipada con parabolts. Aunque con un par de tramos expuestos, según las reseñas que llevamos.
Nos habían dicho que para esta no hacían falta piolet ni crampones pero cuando vemos la pared se aprecia un nevero situado únicamente en la vía que vamos a hacer, vaya. Suponemos que habrá una buena rimaya (como ayer en el Balaitús) y que dando un rodeo pasaremos por detrás sin problemas.
Delante va Lorenzo y desde abajo le veo hacer cosas raras. “Queta se pasa?”, “Vaya…, se pasa”. Malo.
Empieza bien pero rápidamente se estrecha cada vez más. Al final hay un pequeño OW entre la roca y el hielo, cargados con el bulto y con un agujero debajo, esperando que se caiga algo para engullirlo.
Al final una zancada, nos permite salvar el último obstáculo y llegamos al inicio.
Ahora viene lo peor, dos diminutas repisas son nuestro único pie de vía y debajo el agujero negro esperando que se nos caiga algo. Aseguramos como podemos el material, gracias a un friend chungo y a un pico de nieve-hielo. Ponerse los gatos es el momento más tenso pero, milagrosamente, consigo hacerlo sin que se me caiga nada hacia el pozo sin fondo, como hubiera sido lo normal.
Comienzo el primer largo, pone expo. Copón, la verdad es que entre la primera y la segunda chapa hay un paso raro (al final), coloco un cam azul en un lugar que estimo como “por ver algo” y lo hago, paso bastante canguelis puesto que te juegas una galleta importante y con caída a repisa. Le digo a Lorenzo que como siga así el rollo, casi paso.
La verdad es que no, el resto de la vía, aún alejando los seguros, se hace bien. Incluso en el último largo, que marca como de 6a expo, se equipa bien. Bajo mi humilde punto de vista, una chapa ahí abajo (que se puede sacar de otro sitio dónde no hace falta) haría la vía más homogénea y menos peligrosa. Tratándose, como se trata, de un itinerario con bastantes chapas.
La escalada resulta bastante bonita y variada, el grado amable. Abajo sigue un rectilíneo diedro, con el original pasaje bajo un bloque gigantesco empotrado en el mismo. Después salimos a la izquierda y navegamos entre pequeños diedros y placas hasta la misma cima de este tresmil Pirenaico.
Descenso en rapel, chollo si no se te enganchan las cuerdas.
Teníamos bien claro que no volveríamos a hacer el empotramiento en el hielo, así que dejamos un maillón (recuperado de unas chapas más arriba) en el segundo seguro y hacemos un rápel extra para salvar el nevero.
VVB.
Si todas las vías fueran sin chapas, la escalada sería muy aburrida.
Emprendemos la larga bajada hasta el coche, unos 1600 m de desnivel que terminan de fundir las rodillas y piernas. Mañana descanso seguro.