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Nos levantamos a
las 5 y aparece de la nada Laia.
Así que tras
desayunar nos dirigimos los tres hacia la pared norte del Ossau.
Aquí había escalado
únicamente el Espolón Norte del Petit Pic. El ambiente era brutal pero, salvo
la zona central, no me acabó de convencer. Demasiado alpino? Demasiado austero?
No se, pero había algo que no me convenció.
De todas formas
había que darle una segunda oportunidad a la vertiente de las sombras.
Esta v
ía parecía una
buena opción: algo más fácil, aunque también más larga y más alejada.
De hecho
seguramente esta sea la vía más larga del Midi d’Ossau.
Se trata de un espolón,
dividido en dos partes (se abrió también en dos ataques en años diferente y por
cordadas diferentes) y separados por las Vires de l’Embarradere que facilitan
el abandono en caso de necesidad. El recorrido es sumamente estético y con bastante
lógica, la escalada bonita y sobre roca de muy buena calidad, salvo en los dos
primeros largos de la segunda parte, dónde hay unos cuantos bloques sueltos y
que parece mentira que aún estén ahí.
Como en el caso
de los antiguos escaladores Aragoneses, también nos destapamos la boina ante la
maestría de Mailly, Ollivier, Sarthou y Gardien. Tanto por la búsqueda y
resolución del itinerario como por la obligatoriedad de muchos pasos en
escalada libre y con tramos expuestos.
Aunque jugándose
el tipo se realiza sin clavar, tres pitoncitos nos pueden resolver más de un
pasaje y librarnos de una buena hostia. Además lo de pitonar en rot punkt
siempre es agradecido y enriquecedor.
Ambiente de cara
norte, a la sombra y con visiones esporádicas hacia los abismos de la derecha y
el Pilier de l’Embarradere.
Señalar que en
el último largo, la fisura que nombran las reseñas ya no está. En su lugar hay
un desconchado blanco y liso de roca muy buena. Con un pitón plano solucionas
pero si no se pone, contar con un 6a o 6a+ obligado y un poco expo. Esta última
versión es la que hizo Victor puesto que dejó los clavos en la role.
A pesar de
muchos largos fáciles y dificultades aparentemente sencillas, creo que es una
vía para cordadas experimentadas y con cierta resolución de rapidez para no picar
noche del loro.
A pesar de
algunos horarios anunciados tanto en reseñas como en guías de 7h, creo que para
cumplirlos se debe correr mucho y realizar unos cuantos ensambles, con lo que
esto conlleva. Nosotros tardamos unas 11 h, horario caracol. Claramente
mejorable pero también empeorable. Total 15 h de refu a refu.
Llegamos casi a
las 10 de la noche a Pombie, dónde decidimos quedarnos a dormir, en vez de
bajar de nuevo ala carretera. Mañana será otro día.
Y lo fue, nos
levantamos con toda la tranquilidad del mundo, desayunamos y bajamos de nuevo
al valle dónde nos confundiremos entre la inmensidad turística que estos días
se reparte por el Pirineo.
Por supuesto
VVB.
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