Personalmente nunca había escalado en las cercanías del Río Vero, ni siyuiera en las cercanías de Alquezar.
Aquel rulo por Guara era la ocasión perfecta para hacerlo. La verdad es que mucha roca si que hay pero vías pocas y, desde luego, fáciles ninguna.
De entre las rampas la elegida fue esta del Tozal de las Macetas, situada justo delante del impresionante Tozal del Vero (esta será la próxima).
La vía es muy buena y recomendable y debería convertirse, si no lo es ya, en la clásica del lugar. Roca excelente, ambiente y variedad de pasajes, dominando la placa y algunos tramos de artificial bien atlético y desplomado. El ambiente es soberbio, como para repetir.
En cuanto a la graduación, nos pareció, en general, más suave que la propuesta en las reseñas. El equipamiento ya es otro cantar, hay de todo. Comienza mal: un tramo largo y vertical tras el cual te a la bienvenida un clavito de la Señorita Pepis (que no aguantaría ni media caída), menos mal que lo que sigue es más fácil. Luego mejora, pero te vas encontrando algunas cosas raras, como los cáncamos macho del último largo. Bien para comentar un rato en el bar.
En el tremendo desplome del último largo, el capocordata tiró abajo un bloque de dimensiones considerables, menos mal que desploma, es una gran feixa y estábamos por ahí dispersos. Por cierto, este largo es el único que vimos claramente mejorable, colocándolo más a la izquierda y fuera del desplome. Pero quien abre manda…
Escalada con Mariano y Edu, por supuesto VVB.
Personalmente nunca había escalado en las cercanías del Río Vero, ni siyuiera en las cercanías de Alquezar.
Aquel rulo por Guara era la ocasión perfecta para hacerlo. La verdad es que mucha roca si que hay pero vías pocas y, desde luego, fáciles ninguna.
De entre las rampas la elegida fue esta del Tozal de las Macetas, situada justo delante del impresionante Tozal del Vero (esta será la próxima).
La vía es muy buena y recomendable y debería convertirse, si no lo es ya, en la clásica del lugar. Roca excelente, ambiente y variedad de pasajes, dominando la placa y algunos tramos de artificial bien atlético y desplomado. El ambiente es soberbio, como para repetir.
En cuanto a la graduación, nos pareció, en general, más suave que la propuesta en las reseñas. El equipamiento ya es otro cantar, hay de todo. Comienza mal: un tramo largo y vertical tras el cual te a la bienvenida un clavito de la Señorita Pepis (que no aguantaría ni media caída), menos mal que lo que sigue es más fácil. Luego mejora, pero te vas encontrando algunas cosas raras, como los cáncamos macho del último largo. Bien para comentar un rato en el bar.
En el tremendo desplome del último largo, el capocordata tiró abajo un bloque de dimensiones considerables, menos mal que desploma, es una gran feixa y estábamos por ahí dispersos. Por cierto, este largo es el único que vimos claramente mejorable, colocándolo más a la izquierda y fuera del desplome. Pero quien abre manda…
Escalada con Mariano y Edu, por supuesto VVB.
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