Los Pics d’Espade pasaban por tener el mejor granito de todo el Pirineo. Había que verlo para creerlo. Tras escalar 6 itinerarios entre el Petit, el Grand y la oeste del Neouvielle, creo que lo del mejor siempre es arriesgado y exagerado, pero de los mejores seguro que si. Más que por la roca en si, por el tipo de escalada. Normalmente encontraremos bastante canto y una acusada verticalidad, incluso desplome, por lo que las vías suelen ser atléticas, sostenidas y aéreas. No es que tenga nada en contra de la adherencia, bien al contrario, pero aquí no hicimos ni un solo movimiento en esta técnica tan odiada por muchos. A pesar de las 2,30 horas bien buenas de cuestón desde el coche, lo normal será coincidir con varias cordadas en las paredes, menos mal que el refugio nos permite partir en dos la aproximación o estar varios días cómodamente instalados. Lo ideal entonces será esconder el material bajo cualquiera de los 10.000.000 aproximadamente de bloques que se esparcen entre la base de las paredes y el valle.
Para empezar, el Petit Pic parece una buena opción y que mejor que hacerlo por su mejor vía: Diapason, que no las más concurrida. Buenísima y variada, recorre todo el centro de la pared. En esta como en la mayoría, el equipamiento original es de lo más variopinto: parabolts, spits y clavos. Estos últimos y debido principalmente a los bruscos cambios de temperatura que sufre la alta montaña, han ido saltando a lo largo de los años. Con unos fisureritos y unos friencitos iremos solventando la mayoría de faltas. Juan Lu y Goyanes posan. VVB.
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