CULLA

Culla cuenta con un tremendísimo potencial para la escalada tanto de pared como deportiva. Fue descubierta por el incansable Armand, quién junto con varios amigos abrió las primeras vías, buscando siempre el terreno más largo, continuo y evidente. Le siguió el Portugués Paulo Roxo, que abrió otras tantas en el Cingle Vert. Tras ellos, poco más se ha abierto, en materia de varios largos.
La escalada deportiva tiene un terreno de juego casi interminable, con la posibilidad de desarrollar decenas de sectores con cientos y cientos de vías de todos los estilos. Por el momento, tímidamente van apareciendo algunas chapas. El pistoletazo definitivo de salida ¿pasado mañana, dentro de unos años, nunca? El tiempo lo dirá, es lo que pasa por tener tanta roca.