LOSAS DEL PINTRAT - DIEDROCHOLLO

Con esta vía iniciamos una bonita trilogía de diedros, que abrimos en tres días consecutivos. Ascensiones superlógicas y evidentes, que restaban vírgenes, como tantas otras para quien sepa abrir bien los ojos. Para que luego digan que no quedan vías lógicas para abrir.
Junto con Solé, acabábamos de rematar el segundo largo de la Gabacha, era mediodía y varias opciones se barajaban. Aunque lo suyo era quedarse bien cerquita con el fin de esconder el material y ahorrarnos, al día siguiente, cargarlo de nuevo hasta aquí y más arriba (que era nuestro siguiente objetivo).
Vista la hora, las ganas y las posibilidades adyacentes, de golpe tomo forma en la cabeza un diedro perfecto y situado en la parte más izquierda de la pared. Desde dónde estábamos, se veía bastante monolítico, incluso difícil, pero bien fisurado de arriba abajo y con unos dos largos de longitud. Ideal.
Llegados a la base, la primera impresión de dificultad desaparece, ahora ya se ve bastante más practicable e, igual que antes, totalmente fisurado. Su escalada resulta una verdadera gozada, casi todo en bavaresa y con opción de meter tantos seguros como quieras. Salvo en el tramo difícil del segundo largo, donde la protección queda un poco abajo, solventable a la perfección si llevamos algún clavo plano, aunque nosotros no lo pusimos.
Roca excelente durante todo el recorrido, con la salvedad de prestarle la debida atención a ciertos grandes bloques. No constituye un objetivo en si mismo, pero resulta una buena alternativa para complementar una media jornada y poner unos cuantos frienes a caldo.