EL CAPUCÍN - DÉJÀ VU

No es una fisura, es LA FISURA. Totalmente imprescindible para todos los amantes el género y que, a pesar de su larga aproximación, ya es toda una clásica de la región. Me refiero a clásica de los Pirineos, recorrida entre 5 y 10 veces por temporada. En otro lugar esta palabra equivaldría a las mismas repeticiones en uno o pocos días (cómo bien dice Petit en su libro de las mejores paredes de Europa).
El Capucín se encuentra situado en un privilegiado punto intermedio de la Coma de l’Abeller y constituye un mirador de excepción sobre todas las paredes del valle. Este cuenta con una de las mayores reservas de fisuras de todo el Pirineo y las hay de todas las medidas, inclinaciones y colores. Muy poco a poco se van recorriendo, aunque sólo una ínfima parte están abiertas, algunas sin información ni reseña.
Mucho habrá que buscar para encontrar una que supere a Déjà Vu. Las habrá más difíciles, largas, fáciles, incluso más bonitas. Pero ninguna tendrá la estética de esta, partiendo por la mitad un perfecto muro liso durante 4 largos. Un primer largo de minidiedros técnicos y ya verticales desde su inicio nos adentra en la perfecta grieta, que se prolonga durante otras dos tiradas. Primero ancha y después de dedos, pasando por todas las medidas y estilos. El último largo, en placa, es una jugada sucia y difícil o motivo de alegría (según para quién). Siempre queda la opción de rapelar desde la R3, que ya te deja contento.
Con frecuencia se le achaca el uso de chapas para proteger las fisuras de los largos intermedios. Es achacable, si. Pero también podías haberla abierto antes tu, o abrir otra de características similares, o yo que se… El caso es criticar ¿no?
Pere y David tuvieron la visión y el aplomo de imaginar y hacer realidad una de las mejores escaladas de toda la cadena.
La ausencia de refugio en la Coma y su situación, fuera de los caminos de paso, la han dejado relegada en un segundo plano y en una situación casi secreta. A pesar que desde abajo ya se intuyen unas buenas paredes rojizas, es cuando penetramos en el valle y nos damos una vuelta, que se nos cae la baba ante tanta fisura. Con el paso del tiempo seguro que aumenta el número de buenas propuestas y se convierte en el pequeño Indian Crek de por aquí aprop. Aunque intuyo que va para largo.