Esta vez ya no toca hacer kilómetros. Me quedo en mi queridísimo vivac de Santa Elena, cerca de un hell angel muy simpático.
Al día siguiente madrugón y hacia el Ossau, que hacía uno tiempo no veía de cerca.
La vía escogida es corta, rápida y sencilla, puesto que después toca regresar a casa.
Esta transcurre por el penúltimo espolón antes de la vía normal, acabando en el camino de esta misma, poco mas arriba de la primera chimenea.
Va dando tumbos por un espolón, siempre en busca del itinerario mas homogéneo, dentro del V y con mejor roca. Un poco rebuscado a veces, pero consigue el objetivo.
Personalmente me dejó un buen sabor de boca y como vía sencilla me parece de las mejores de por aquí.
Eso si, los número no acaban de salir. 4 horas caminando y 2,30 escalando. Pero eso ya lo sabíamos y ya me está bien como entreno para futuros pateos pirenaicos.
Con Almudena.
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