Fermín lo deja por hoy y nosotros vamos a rematar el día con una corta e ¿inocente? vía situada a la derecha. Mucho cuidado con las inocentes vías, esta nos ha dado para el pelo.
Sobre reseña lo de siempre: facilita rapidita y semiequipadita. Ni lo uno ni lo otro.
De entrada, en una vía Edwards te puedes encontrar cualquier cosa, pero normalmente sales contento, incluso demasiado contento. Aunque pinte fácil mejor llevar encendidas todas las luces de alerta.
Encontrar el inicio es tarea de niños, simplemente nos colocamos bajo el gigantesco y exótico agujero por el que pasa el primer largo.
La reseña confunde mas que orientar. No en el itinerario, que está bien, aunque luego ya ves que necesitas una alta dosis de marinería para navegar. Mas bien por los grados, a los tres largos les otorga 6a.
Nada mas lejos de la realidad…
El primer largo te parecerá V, “que buenos que somos, nos la parteamos en un momento”.
El segundo ya te frena, este si que es un buen 6a desequipado. Primero en falsa fisura semi-ciega y después en placa vertical, menos mal que algunas rallas invisibles hasta que las tienes delante, te permiten asegurarte correctamente la jugada.
El tercero ya es el despelote.
Un muraco tremendo de 55 metros y tres chapas. Vertical como una mala cosa, con tramos de roca a vigilar y un itinerario a seguir nada evidente, simplemente dictado por dónde encuentres mejor agarre. En cuanto al aseguramiento, también es el mas precario. Unos quedan muy bien y otros son mas bien psicológicos. Hay que estar bastante por encima del nivel de 6a para escalarlo con cierta soltura. Te deja escalado y con ganas de acabar la jornada.
En dos rápidos rápeles, recientemente reequipados de lujo, llegamos al suelo.
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