Hace años, un
día que bajaba del Contrafort del Feixan, me desvié para tocar la roca de esta
pared. La impresión fue bastante buena. Granito de super calidad, con zonas
plenas de nervios y formas, prometía para abrir vías de no mucha dificultad
pero gran belleza.
Otro día de
excursionisme, aproveché para hacer unas cuantas fotos con la réflex.
El caso es que
pasan los años y no termino de ir, hasta que un día Grau me comunica su intención
de acercarse para abrir algo… Me apunto si o si. Pero como ya había medio
quedado para otra cosa, apaño para ir con los compañeros también al contrafort.
De esta forma
cada cordada abrirá su itineraraio.
Yo me tenía
super-clichado el espolón central, muy estético y apetecible. Así que nada mas
llegar y antes de mirar nada, como el que no quiere la cosa, dejo caer justo en
su inicio la mochila y la cuerda.
Hay algunas
zonas mojadas, no es de extrañar con tanta lluvia últimamente.
Nuria y Grau
eligen una línea por el mismo espolón que nosotros, justo a la izquierda, iremos
acompañados.
Iniciamos por
unas preciosas chorreras-nervios. El L2 es la estrella, en busca del filo del
espolón, que resulta mas tieso de lo previsto, pero que se resuelve en libre
gracias al mismo canto del espolón, gran ambiente y pasos no obligados.
El L3 también es
una delicia, mas placa con nervios, que nos deposita en las pendientes superiores.
Bajamos, justo
cuando Nuria y Grau comienzan a hacer la primera repetición de la vía, que
rapidez.
Yo me enciego
haciendo un top rope a la placa lisa del L1, en la vertical de la reunión, pero
no le veo color.
El cielo se
torna negro-chungo y oímos los primeros truenos.
Los de arriba
comienzan rápidamente a rapelar y nosotros a guardarlo todo y salir disparados.
En un momento aquello
toma un ambiente apocalíptico, con rallos truenos y centellas. Pero sobre todo
agua, agua a saco que nos acompañará hasta el coche.
Cuando te cambias
de ropa y ves que los gallumbos están empapados es que hoy has pillado bien.
A veces pasa, y
este agosto lluvioso ya tardábamos.
Con Marta y César.
De la vía que abrieron Nuria y Grau no hay reseña, habrá que subir algún día
para hacerla.
Al año siguiente
(2023) la repito junto a Lisi y Yolanda. Una disfrutada de itinerario, al que
le rebajamos un plus en su largo central, de las mejores de la pared, sin duda.
El nombre es una
conjunción de los nervios que ofrece la roca, del filo o borde del L2 y de casi
un ataque de nervios bajo la tremenda tormenta que nos pilló en el descenso.
Presentación
oficial de esta nueva zona de escalada en roca, situada en el Vall de Mulleres.
Pared dónde
desde hace años se escala en hielo durante el invierno pero que ahora se ha
aprovechado también para abrir una serie de itinerarios sobre roca excelente.
Aproximación:
seguir el camino de la Vall de Mulleres, veremos la pared a la izquierda, es la
primera que hay. Dónde nos parezca mejor, cruzar el río e ir en busca de la
pedrera que nos deja ya en la base (1,15 h.). En primavera o a principios de
verano puede ser imposible cruzar el río.