Dos días de
deportiva intermedios (Hot Rock y Cementery Gates) nos devuelven de nuevo a las
paredes.
Tenía un recuero
imborrable de Aramis, como de la mejor vía que habíamos escalado en el anterior
viaje, así que lo suyo era hacer otra cercana para intentar repetir
sensaciones….
Elegimos esta,
muy sostenida en el 6b+ y con un largo mas difícil en el que la cosa fue de
supervivencia y sube como puedas que te quedan un montón vía por delante.
La verdad es
que, salvo el citado largo mas chungo, el resto fue bastante bien. Eso si,
empleándose a fondo y apretando cuanto fuera necesario.
Rodeados de algún
vecino que nos fotografió y a los que fotografiamos, llegamos a la cima de Kokkinóvrachos
mas contentos que un gnomo, bien escalados y con la piel de los dedos realmente
desecha.
La calidad, otra
maravilla, tipo Aramis, o incluso me atrevería a decir que mejor.
En pocos lugares
encuentras vías tan buenas desde el primer metro hasta el último.
El siguiente, y
último, día fue un poco mas rollo, con abandono de un par de opciones y
finalizando en un sector de consuelo. Que no estaba mal pero tampoco era de los
top-star que te hacen desplazarte a tantos kilómetros de tu casa.
De momento se
acabó el chollo, toca trabajar un tiempo, salidas rápidas cerca de casa y soñar
con preparar nuevos proyectos.