Pequeña fiesta de despedida y alguna propuesta de cambiar a otra pared para el día siguiente, que se ve frustrada por falta de incentivo económico, según deducimos luego, porque la verdad es que fue un poco surrealista, para variar.
Total que se irán y nos quedaremos solos, yupiii.
Como seguimos sin tener información pero si muchas ganas de escalar, decidimos ir a hacer deportiva al sector que se supone íbamos el primer día, pero que el colega no encontró.
Su ubicación era super evidente y llegamos a el a la primera y sin ningún problema.
Roca abrasiva, vías largas (hasta 40 m) y muy verticales. Hoy nos despachamos a gusto y, a pesar del dolor en las manos por la roca abrasiva, escalamos hasta el último segundo, llegando ya de noche al alojamiento.
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