Esta zona es un poco la excepción que rompe la regla.
La verdad es que la pared es impresionante y sus vías también lo son, pero está diríamos en el culo del mundo.
Una larga pista solo apta para vehículos 4 x 4 o un largo camino de mas de una hora. Parece que sea un lugar de aquellos predestinados a caer en el olvido, pero no.
Se visita con bastante asiduidad y, contra todo pronóstico, es un clásico del Ripollès.
La espectacularidad de sus muros son el reclamo.
En las fotos: Pere, Amós, Jaume y Toti.
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