Al final quieras o no, te vas cansando y hay que dosificar para continuar en activo cada día. Y esta mañana me he levantado bien trinchado. Desecho el plan inicial para buscar algo aún mas tranquilo.
Alfons marcha y nosotros nos vamos a hacer unas cuantas fotos de paredes que me faltan.
A medio día nos dirigimos hacia los acantilados de Toix, desconocidos para mi, y su clásica y muy frecuentada Magical Mistery Tour.
Dos cordadas ya están en la cima antes del rapel, otra nos la cruzamos en el camino que ya la han escalado.
Los Ingleses fijan la cuerda para llegar al inicio y, generosamente, nos invitan a usarla. Se trata, ni mas ni menos que de Leo Houlding, que sorpresas te da la vida. Hace algo mas de un año contacté con el para preguntarle algunas cosas sobre una zona de Arabia Saudí a la que queríamos ir.
Detrás seguirá otras cordada de Checos, sin duda es un punto de encuentro muy internacional.
La vía transcurre con mucho ambiente, patio, mar y escalada un poco mas difícil de lo que emanan las reseñas al uso. Roca que empieza a estar un poco pulida pero con generoso canto y algún paso mas difícil de lo esperado.
Una última tirada maravillosa, de puro pinxo te transporta al cielo y al final.
Perfecto reposo activo.
Clásica que ya había escalado todo el mundo menos yo, ahora también.
Con Alex.
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