Nuevo cambio de turno, viene Quique y volvemos al Cabeçó. Desde que me he reconciliado con el no paro de hacer vías buenísimas. Vamos hacia otra clásica, un valor seguro a través de las excelentes placas de la Chica Sputnik.
A pesar de ser finde, solo hay unos chicos en Bubines, otros en El Jardin y otros en la Sombra. La nuestra libre, perfecto,
Comienzo a escalar y me noto raro, muy raro. Por un lado con un ligero mareo y por otro como sobreacelerado. Quique me recuerda que me he bebido tres cafés (grandes) y que normalmente no bebo café, bueno uno como mucho. Para que no sobrara y entre charlas iba haciendo y me he pasado.
El aceleron me dura todo el día pero también me da el empuje para encadenar el largo difícil a toda leche, yo diría 6c. No hay mal que por bien no venga.
Tras una pérdida en L2, que subimos por Coco Liso, sin querer pero paralelo y de la misma dificultad, ultrabueno y con alegría entre seguros. Retomamos la vía, buena de principio a fin y muy repetida a juzgar por la ralla blanca que marca la pared y visible desde la pista.
Pasos obligados de 6a/+ sin panic y roca sputnik durante toda la ascensión.
En realidad es relativamente fácil liarse en algunos puntos, es lo que tienen las parees muy concurridas. Algún friend nos ayudará a quitar ciertos expos y a montar la reunión de arriba. Unas tapitas en el bar de la piscina son el punto culminante a una perfecta jornada.
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