Miguel Ángel tiene que marchar ya y nos quedamos en cordada de dos. Volvemos a hacer el horario 5,30 pero llegamos al aparcamiento y no se ve nada, así que esperamos un rato a que amanezca y poder salir sin la ayuda del frontal.
Esta vez se trata de un largo recorrido de 500 metros pero de rápida escalada, gracias a su poca dificultad y abundante equipamiento. Es la única vía no tan buena como el resto, frente a las 4 estrellas de todas las otras esta se queda solo en 2. De todas formas se suple con otros alicientes como el de su longitud y llegar a una bonita cima.
Toda en placa, con tramos herbosos, rodeados de vegetación y otros intermedios de unión, que le restan mucha continuidad, es lo que hay, vía de resaltes le podríamos decir.
Rápidamente superamos los interminables largos hasta la punta final. Una providencial sombra invita a relajarse un rato y contemplar el paisaje: carreteras, cultivos, pueblos e invernaderos hasta dónde alcanza la vista. Mas allá la Manga y las montañas Murcianas. Son las 12 del mediodía, aún tenemos día por delante.
Dejamos el material y subimos los 5’ que nos separan de la verdadera cima, bonito punto convergente de un sinfín de paredes, aristas y laderas.
Bajada larga y calurosa.
Como es pronto decidimos hacer una visita al palmeral de Elx.
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