Acabamos antes de lo previsto y le damos a un segundo itinerario, bastante mas corto.
Primer largo en placa de calidad extra y que da vidilla: tramo plaquero (mas bien largo) y buen reposo de pies para colocar la siguiente chapa. Todo va perfecto hasta que en la parte superior me encuentro una chapa de la vía de la izquierda, que va decantando hacia donde estamos nosotros. Una pena, pero los últimos metros y la reunión son comunes.
Ellos siguen rectos por unas fisuras y nosotros nos decantamos a la derecha sobre el techo, era lo previsto, en busca de un perfecto filo de espolón que resulta mas fácil de lo previsto y sale sin chapas.
Vamos a parar a la reunión de otra vía y rapelamos, mas contentos que los pitufos.
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