Por fin, el último día podemos quedar con Javier y Raul, dos locales y excelentes escaladores y conocedores de toda la isla. Nosotros vamos: Aurea, Óscar, Miguel Ángel y yo.
Nos dejamos llevar y nos llevan al Roque Negro, el último importante que nos quedaba por recorrer. Haremos dos cordadas, delante Raul como capocordata solvente y sin problemas. La vía, se las trae, es la mas difícil que escalaríamos estos días y, probablemente, la mejor.
Sendero Luminoso es una gran clásica de la isla, durilla pero con una roca de calidad difícil de superar, un basalto diferente, casi todo en placa pero muy áspera y rugosa, con un extra de adherencia y formas que no encontraremos en otros lugares.
El primer largo es una verdadera pista de patinaje (por lo mojado que está), con todas las trampas del mundo subimos, pero ojo. Evitable por la izquierda, pero no lo evitamos.
Le siguen 4 maravillas en las que hay que aplicarse, sobre todo por la distancia entre seguros. A pesar de que los pasos clave no son obligados, mucho cuidado con el resto, mejor ir bien sobrado en el 6b. Muy buenos.
Y llegamos al último, el mas fácil (V o V+, según las reseñas) pero por el que baja un río.
lo normal y prudente, que hubieran hecho las personas en su sano juicio era rapelar desde aquí (equipado para ello). Javi recomienda llegar hassa arriba.
Raul se lo curra, no entendemos como, pero llega al arbolillo que constituye la última reunión. Al subir nosotros no podemos creerlo, como ha escalado por aquí. Resbalar no es la palabra, era lo siguiente. A levitado…el tío. Muy bien.
El caso es que podemos reunirnos todos en la bonita cumbre del roque y bajar por su cómodo camino de vía normal.
unas papas arrugás y unas doraditas siempre son el perfecto final para a una jornada canaria.
Acabamos cenando toda la panda en Tabares y disfrutando de la presencia de Antonio Ramos Villar (segunda cena con el), personaje clave en el desarrollo del alpinismo y la escalada en Canarias y al que no paramos de coserle a preguntas.
Ha sido una despedida perfecta de Tenerife.
Os esperamnos en los Pirineos.
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