Ya hacía días que tenía ganas de ir a esta vía. Sobre ella me habían dicho opiniones de lo mas dispares.
Únicamente no sabía si daría mínimamente la talla. Esto quiere decir, ya no subir con cierta dignidad, sino, simplemente, subir. Mucho 6c y 6b obligado, sobre roca no siempre buena. El asunto era ver si los grados eran vidilla o duros y si los seguros te permitían trampear los tramos difíciles y después ya solventabas con buenas fisuras o buenos cantos.
Total, un misterio que solo resolvería de una manera, yendo.
Hacía mucho tiempo que no iba a Catalunya, desde que abrimos Persépolis con Santi. Tampoco hay nada que me motive especialmente, salvo la de Nuria y Grau, que aún la tengo pendiente…y esta.
Quedo con Juan Luis, como garantía de solvencia en los largos mas difíciles, de segundo ya iré trampeando, o no.
Para comenzar encuentro que la pista está en muy mal estado, a pesar de ello hay un montón de coches en el Prat d’en Lluis, también es finde.
Llegamos al bonito inicio de la vía. Un desplome deportivo, pero obligado, ya te obliga a escalar hasta el primer clavo y te da un mensaje: no te lo vamos a poner fácil, chavalín.
Juan Luis resuelve a la segunda y continúa el precioso largo hasta la reunión.
Yo hago el primer movimiento pero en el segundo ya me quedo trabado y tengo que tirar de buenas trampas para superarlo.
Al final me ha parecido el paso obligado mas difícil de toda la vía, o por lo menos uno de ellos.
El resto del itinerario continua sin romper las expectativas: una buena vía que alterna tramos de roca buenísima con otros que dan un poco de miedo, a pesar de estar muy saneada.
Seguros justos y que te obligan a escalar mas de lo que parecía. Grados con los que estamos de acuerdo, aunque los 6c nos han parecido todos demasiado duros. Quizás el lugar, quizás que son de bloque, quizás que somos malos (yo mas) o quizás que se les puede subir un plus.
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