sábado, 30 de julio de 2016

PEÑA MONTAÑESA - RAMONDIAS







Al pasar por Ainsa y ver la montañesa me vienen a la cabeza viejos proyectos así que pongo en marcha la maquinaria para tener compañero/os (a/as) para la apertura. Además hace ya días que no hacemos ninguna primera y empiezo a ponerme nervioso.
Quedo con Remi y Lorenzo para subir a la cara norte. Afinando miras a la Noreste de Cabeza Agujereada.
Aquí teníamos clichado especialmente un diedro enorme que ralla la parte izquierda de la pared en su totalidad y con una línea de placas limpias a su derecha. El aspecto es bueno, aunque no me fío del todo. Cuando abrimos la Arista Peret, el aspecto también era muy bueno y después encontramos varios tramos de auténtica costra superpuesta y un poco telélica que le quitaban belleza y añadían exposición. Aunque en este caso la pinta, desde lejos, era mejor.
Subimos a la Collada y realizamos la aproximación, aunque no es muy larga, el calor sofocante hace que lleguemos empapados a la base de la pared. Pasamos de largo la Pater Misericordiam y descendemos en busca e nuestro diedro, ansiosos por ver como se ve desde la base y de cerca.
El inicio aparece defendido por una zona desplomada e incierta que decidimos evitar por la derecha, para darle más homogeneidad al conjunto. La roca parece de muy buena calidad, además bastante tumbada y perfecta para disfrutar de un buen love climbig.
Llegados a la segunda reunión, ya vamos viendo que nos va a quedar una buena vía de grado bastante asequible y de roca muchísimo más buena que la Peret.
Lástima que el cielo se empieza a ennegrecer, se ven cortinas de agua al fondo que, poco a poco se van acercando y cerrando sobre nosotros. El valle a quedado oscuro y sumido en la nube-mordor, por suerte nosotros quedamos en el refilón y de momento sólo nos caen unas pocas gotas amedrantadoras. Que hacer?, “total como nos mojaremos seguro, esperemos un poco a ver que pasa”. Bocata y a esperar un poco. Milagrosamente pasa la nube junto a nosotros y parece que vuelve a salir el sol. No podemos creerlo pero si, podemos seguir.
Lorenzo encabeza los dos siguientes largos rápidamente en dirección al cielo.
Las placas se suceden una a una y buscar el itinerario más divertido y equilibrado entre belleza y dificultad asequible se convierte en la tarea de quien va en cabeza.
Después Remi acaba con sus dos largos, que creíamos serían los últimos, pero no; aún nos quedan dos más de poca dificultad pero que hay que hacerlos para llegar a la cina de la Cabeza.
Buena vía de placas tumbadas sobre buena roca y que podría convertirse en la clásica fácil de esta parte de la Peña Montañesa.

1 comentario:

  1. Tiene bastante buena pinta habra que ir a hacer una visita y repetirla este veranito... ��

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