Al pasar por
Ainsa y ver la montañesa me vienen a la cabeza viejos proyectos así que pongo
en marcha la maquinaria para tener compañero/os (a/as) para la apertura. Además
hace ya días que no hacemos ninguna primera y empiezo a ponerme nervioso.
Quedo con Remi y
Lorenzo para subir a la cara norte. Afinando miras a la Noreste de Cabeza
Agujereada.
Aquí teníamos
clichado especialmente un diedro enorme que ralla la parte izquierda de la
pared en su totalidad y con una línea de placas limpias a su derecha. El aspecto
es bueno, aunque no me fío del todo. Cuando abrimos la Arista Peret, el aspecto
también era muy bueno y después encontramos varios tramos de auténtica costra
superpuesta y un poco telélica que le quitaban belleza y añadían exposición.
Aunque en este caso la pinta, desde lejos, era mejor.
Subimos a la
Collada y realizamos la aproximación, aunque no es muy larga, el calor
sofocante hace que lleguemos empapados a la base de la pared. Pasamos de largo
la Pater Misericordiam y descendemos en busca e nuestro diedro, ansiosos por
ver como se ve desde la base y de cerca.
El inicio
aparece defendido por una zona desplomada e incierta que decidimos evitar por
la derecha, para darle más homogeneidad al conjunto. La roca parece de muy
buena calidad, además bastante tumbada y perfecta para disfrutar de un buen
love climbig.
Llegados a la
segunda reunión, ya vamos viendo que nos va a quedar una buena vía de grado
bastante asequible y de roca muchísimo más buena que la Peret.
Lástima que el
cielo se empieza a ennegrecer, se ven cortinas de agua al fondo que, poco a
poco se van acercando y cerrando sobre nosotros. El valle a quedado oscuro y
sumido en la nube-mordor, por suerte nosotros quedamos en el refilón y de
momento sólo nos caen unas pocas gotas amedrantadoras. Que hacer?, “total como
nos mojaremos seguro, esperemos un poco a ver que pasa”. Bocata y a esperar un
poco. Milagrosamente pasa la nube junto a nosotros y parece que vuelve a salir
el sol. No podemos creerlo pero si, podemos seguir.
Lorenzo encabeza
los dos siguientes largos rápidamente en dirección al cielo.
Las placas se
suceden una a una y buscar el itinerario más divertido y equilibrado entre
belleza y dificultad asequible se convierte en la tarea de quien va en cabeza.
Después Remi
acaba con sus dos largos, que creíamos serían los últimos, pero no; aún nos
quedan dos más de poca dificultad pero que hay que hacerlos para llegar a la
cina de la Cabeza.
Buena vía de
placas tumbadas sobre buena roca y que podría convertirse en la clásica fácil
de esta parte de la Peña Montañesa.
Tiene bastante buena pinta habra que ir a hacer una visita y repetirla este veranito... ��
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