Finalizada la ruta del día anterior, viene Atayek y le digo si nos puede acercar al siguiente Jebel, dónde Remi Thivel abrió hace poco un par de itinerarios, así le daríamos un vistazo a nuevas posibilidades.
No convence, demasiados techos.
Camino hacia el sur para ver tras el giro de la pared y de repente aparece ante mi el Jebel Um Fruth y a su izquierda, allá en lo alto un diedro fisurado de color negro perfecto. Ya tenemos plan, sólo hay que buscarle la forma mas digna de llegarle.
Como niños en busca de sus golosinas ascendemos la breve cuesta hacia el muro inferior a ver que nos depara y quedamos maravillados ante la visión: perfectamente vertical pero dotado de numerosos y enormes agujeros que facilitarán la progresión.
Al día siguiente estamos al pie ansiosos por desvelar misterios. La pinta es de difícil y sostenido, sin un rumbo fijo. Una vez en materia, queda claro el rumbo a seguir, la pared misma te guía y te dice por donde debes continuar, la dificultad es sorprendentemente baja para la verticalidad del terreno, la calidad es extra. Ni arena ni tramos rotos, todo cantos enormes allá dónde toques, un mundo irreal.. Así durante dos buenos largos. Remi realiza otra tirada con un bonito tramo de placa en su segunda mitad. Estamos al pie del diedro, el principal motivo de la ascensión y hasta aquí ya ha merecido mucho la pena. Se ve increíble, y lo es. Nos ofrece una preciosa escalada mas exrerior de lo que parecía, gracias a las numerosas galletas situadas estratégicamente. Llegamos a una alcoba-reunión dónde no es ni necesario autoasegurarse. Ante nosotros varias posibilidades de continuación. Ferran elige la perfecta fisura de la izquierda. Buenos cerrojos de palmas y dedos en esta geométrica aunque corta tirada final.
El nombre le viene porque es la primera vía que abrimos en Rum con esta categoría de belleza, para mi la máxima. Creo que podría situarse entre las grandes clásicas a repetir si o si. Lo único achacable es su corta longitud. Pero en los próximos días abriremos otros dos itinerarios, mas dos de un solo largo, en el mismo Jebel y que sirven para complementar, especialmente Decotator.
Al cabo de unos días, Emilio y Jaume la repiten y nos rebajan una letra en todos los largos, de ahí el nombre de la siguiente vía.
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