Esto se acaba, última vía y hay que intentar clavar otra 4 estrellas. Remi se suma de nuevo al grupo.
Itinerario mas corto que el del día anterior pero dónde el recorrido está clarísimo, salvo detalles a pulir conforme vayamos ascendiendo. La pinta es de otra buenísima línea.
Comenzamos con tres largos cortos para evitar el excesivo roce de las cuerdas y que estas se empotren mucho en las fisuras. Vamos saltando de agujero en agujero, siguiendo, aproximadamente, un sistema de fisuras secundario.
Una travesía por terreno fácil hacia la izquierda y dos pequeños diedros nos dejan al pie del caramelo final.
Un gran diedro que comenzaremos y terminaremos por la placa de su derecha. Genial tirada con roca top, que no será la mas difícil pero si la mas bonita. Final de fiesta buenísimo y otro itinerario con números para convertirse en una de las clásicas a repetir en la región.
El nombre le viene por una pata de cabra encontrada en la R3, imaginamos que traída aquí por uno de los cuervos que merodean los jebels.
Mas contentos que unas pascuas rapelamos la vía sin tener ya que pensar en que hacer al día siguiente ni preparar el material necesario. Únicamente recoger todo y largarnos por la mañana por una ruta diferente con el objetivo de pasar por el mar muerto.
Era una espinita que tenía clavada. Se trata del punto mas bajo de la tierra (-430 m.) y es un mar que se está evaporando y que contiene una cantidad de sal exagerada, esto hace que no exista la vida en sus aguas. Ni se te ocurra bucear y que te entre agua en los ojos. Su gran atractivo es bañarte y flotar, flotas como un trozo de madera, sin ningún temor a hundirte, toda una experiencia que únicamente podrás vivir aquí.
Se acabaron las vacaciones, pero hemos clavado otra 4 estrellas

















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