El objetivo de ese día era el Bruncu Nieddu, muy cerca de la Punta Cusidore, donde escalamos una magnífica vía el pasado viaje.
La noche anterior chafardeo por internet y descubro una ubicación para llegar al aparcamiento. Perfecto porque con las explicaciones en Inglés de la guía no nos aclaramos mucho y allí hay un follón de pistas que ya nos lió el pasado viaje.
Chollo entonces. Vamos siguiendo al puto navegador hasta que las pistas se estrechan cada vez mas, damos varias vueltas y rectificaciones. Una abuelita viene en nuestra ayuda, aunque tampoco entiende dónde nos dirigimos, pero si que nos dice que todo aquello es propiedad privada. Le decimos que arrampicare y nos da su beneplácito y nos deja pasar.
Llegamos al punto de la ubicación y ……nada de nada. Allí no es.
No tenemos la guía para rectificar y lo mandamos todo a tomar por saco.
Vamos en busca del libro y un plan B mas corto, que el día va pasando y ya se queda justo para ir al plan A.
Nos dirigimos a Oliena y subimos una larga pisa que debe salvar unos 1.000 metros de desnivel por el Monte Maccione (aquí escalé deportiva hace 30 tacos).
Una serie de espolones de entre 100 y 200 metros van a dar directamente a la cima, unas vistas soberbias hacia espacios abiertos, que compensan todo lo que te haya costado llegar hasta aquí.
Elegimos una vía moderna y bastante equipada del omniperesente Oviglia. Muy bonita y que obliga (sirva el juego de palabras) a escalar entre seguros. Le podemos subir un plus a algún largo y bajárselo a algún otro, para al final quedarnos casi como estábamos.
Bonita y variada entre placas y fisuras, aunque se hace corta, pero hoy eso nos ha ido bien.
Preciosa cima y descenso ultracómodo.
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