Regreso a esta bonita pared, que de lejos nos recuerda a nuestras queridas tapias del Montsec pero que una vez en faena la roca no es exactamente lo mismo.
Aproximación corta, en la que el ansia hace que nos liemos, para variar y que nos deja en 30’ bajo el itinerario escogido.
Esta vez iríamos a otra de las muy recomendadas, aunque imagino que aquí todas son buenas. Si la otra vez Alfredo Alfredo nos pareció un itinerario de calidad suprema, esta vez ha sido extra-hyper-supremisa.
Desde el primer metro hasta el último la roca es increíble, con multitud de formas y una adherencia fuera de toda duda. Bien de seguros, con pocas alegrías (entiéndase sobresaltos) y grados mas o menos coincidentes con lo que nos ha parecido.
La verdad es que cuando ves por dónde asciende la vía, no parece que tenga que ser muy maravillosa, quizás un exceso de vegetación comparado con otras zonas de la pared. Pero, una vez en faena, ves cuan errónea era esa primera apreciación: una línea buenísima, sostenida y excelentemente encontrada. Mezcla de buena visión y suerte, pero con un resultado final innegable.
Otra de las grandes cl
ásicas de la isla que no hay que dejar de escalar.
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