Viendo las fotos de internet, se veía uno de los lugares imprescindibles. Un cañón de arenisca con colores espectaculares, super encajonado entre grandes paredes….y con agua.
Cuando investigas ya se desinfla un poco el rollo porque es un gran montaje turístico, tipo Port Aventura de ascenso de cañones.
El asunto es subir por el río hasta una cascada que impide el paso y luego para abajo. Entre medio, cientos de guiris, cuerdas fijas, escalones, señores que te ayudan….en teoría. Anclajes que se mueven y que mejor no mirarlos. Pero el lugar vale la pena por lo bonito, así que nos sumergimos en la vorágine turística.
A parte de disfrutar de la belleza del lugar, hay que hacer mas fuerza de la que te imaginas, nadar bastante y posibilidad real de darse un pequeño batacazo en algún punto.
Al final sales con algún moratón que no sabes ni donde te lo has hecho, pero contento y hacia el siguiente destino.
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