Ya visitado en el anterior viaje, pero donde no me importa volver en absoluto. Algo único en el mundo, gigantesco y que no deja de sorprender a cada paso. Tanto por sus construcciones como por el lugar en si.
Preparado para otra jornada agotadora, esta vez haremos un recorrido diferente.
Estar dispuestos a sumergirse entre la gran marabunta turística y procurar abstraerse para disfrutar del lugar e imaginarse lo que algún día había llegado a ser este enclave clave.
Aún así, saliendo del fondo del valle siempre encontraras caminos y variantes en los que no veras un alma, o muy pocas, durante un rato.
Mentalizaros y disfrutar del viaje, merece la pena.
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