La capital del país. Tremendo bullicio con 5.000.000 de habitantes. Nos alojamos en el centro, unos paseos por la zona de tiendas te deja la cabeza como dos bombos. Ruido, gente, mas gente, tráfico. Cruzar una calle puede ser un verdadero drama. Apenas hay semáforos y los coches no cesan de pasar. Al final nos pegamos a los locales y pasamos junto a ellos, entre coches que van frenando. Estresante…hasta que le pillas el tranquillo y se convierte en una especie de juego.
De repente, calles pijas donde todo es calma y tranquilidad. Curiosa ciudad, Aunque, personalmente, con un día ya tengo suficiente.
Recuerdos del ya lejano Wadi Rum, lugar increíble de este planeta y al que espero volver pronto.
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