Excepcionalmente decidimos regresar al día siguiente a la misma pared, la línea vista parecía demasiado buena como para dejarla escapar.
Nos introducimos en la profunda canal, increíblemente llena de basura para comenzar la escalada en su pared de la izquierda. Seguiremos una evidente línea de fisuras rodeadas de desplomes y con mucho ambiente.
Pitxi se trabaja el primer largo, algo terroso pero muy bonito. Continúa con el segundo y, tras una interesante chimenea, continúa a toda marcha.
Resulta que este tramo era mucho mas corto y fácil de lo que parecía, así que en un abrir y cerrar de ojos estamos bajo el gran diedro final.
Un poco frustrante por la baja dificultad y menos longitud de lo previsto.
El diedro se ve demasiado difícil y Remi lo evita por la placa de la izquierda.
Menos mal que aún le exprimimos un buen largo mas, repleto de agujeros, y llegamos a una pequeña cima.
Al final a salido menos sostenida y mas fácil de lo previsto, aunque contiene tramos verdaderamente buenos. Vía relax.
Como hemos acabado demasiado pronto, Pitxi se vuelve caminando al pueblo y nosotros nos damos una vuelta por los alrededores
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