Vamos a Barrah Canyon con las ideas muy claras y el itinerario a seguir perfectamente perfilado. Llegamos a pie de vía y ya no lo vemos tan claro. Un par de desplomes cortan la continuidad y alguna placa, quizás demasiado lisa, siembran la sombra de la duda.
Esta será la tónica en casi todas las aperturas: cambiar varias veces la idea original.
Tras escrutar los alrededores unas cuantas veces, vemos varias opciones (demasiadas incluso), el caso es que va pasando el tiempo y en un arrebato de inmediatez decidimos subir justo enfrente del plan original y trazar un par de cortos itinerarios (2 y 3 largos) hasta debajo de un gran desplome y aquí rapelar.
Comenzamos por la fisura, que asciende Pitxi rápidamente en un par de preciosos largos, casi todo con friends a cañón. Remi finaliza la rampa final, en adherencia fácil pero con los distanciados de rigor.
Rápidamente rapelamos y acometemos el espolón situado justo a la derecha. Siguiendo unas atractivas placas minadas de agujeros.
Aprovechamos las mismas reuniones y disfrutamos la apertura.
En el L2 la tierra ya nos enseña lo que puede pasar con las expansiones. No expanden y tal como entran, vuelven a salir. En un tramo especialmente terroso logra pillar utilizando un astuto y preocupante truquillo: taladrar 2 mm menos de lo requerido. Funciona casi siempre.
Al final han quedado unos buenos largos, ideales para un día de reposo activo por el Barrah.
Nice post thank you Jennifer
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