Al día siguiente quedo con Jordi para ir a esta vía situada justo en frente de la Peña Montañesa y con una pinta estupenda.
Primer rollo del día: paga que te han visto la cara.
En este valle es muy común que te cobren por acceder a las pistas, y últimamente hasta por aparcar en el mismo Ainsa, casi igual iremos yendo a otros lugares dónde no sean tan bisniss.
Total, volviendo a la pista, maquinita tragaperras, son 3 euros, pero devuelve cambio…solo en teoría. No tenemos cambio, le ponemos un billete de 5 y… sorpresa, sale un tiket-vale por 2 euros a canjear en el ayuntamiento (se supone, porque tampoco lo pone muy claro), es domingo. Suena a cámara oculta, pero lo triste es que es real.
Además resulta que el encargado de poner las multas es el guarda forestal, que hace de policía local. No se, me parece increíble y penoso a la vez.
En Catalunya, que yo sepa no se paga por ninguna pista.
El pretexto es su mantenimiento, que si así fuera, aún, pero no. La pista está fatal, como nunca había estado de mal. Incluso, días después con un 4 x 4, tocamos.
Subimos el gran desnivel que nos separa de la Collada y nos dirigimos hacia la pared.
Plena hola de calor bestia, por eso vamos tarde para pillar la máxima sombra posible, de momento no.
Para empezar me equivoco de canal y tras un largo trecho de subida jabalí me doy cuentea de mi error, por burro y no mirar la reseña.
Rectificamos y por fin llegamos a la base de la vía exhaustos por las elevadas temperaturas.
Al menos empezaremos directamente en sombra.
Aún así en un largo tengo que parar a la mitad para beber agua con la garganta seca y pegada.
La vía es muy buena, por un bonito espolón y con muchas mas fisuras de lo que parece desde abajo.
Hay que reconocer que Ester y Albert tuvieron una excelente visión de la jugada.
Llegamos a R3 y comienza a nublarse, voy subiendo y cae alguna gotita. Se pone super negro y empieza a tronar a saco. Miramos el radar y pinta feo feo.
Así que decidimos rapelar, pero…solo llevamos una cuerda de 70 metros, algo que nunca hago pero hoy y si, mira tu.
Jordi lleva el Escaper y lo ha probado, dice que funciona. Rapelamos de una sola chapa, yo con mosquetón y Jordi solo sobre el cacharro. En dos largos rapeles de 70 metros nos plantamos al inicio de la vía. Tras muchos golpecitos aquello salta y , milagrosamente no se engancha la cuerda en ningún matojo o lajas…que haberlas haylas.
Al final, la tormenta ha pasado de refilón y no ha llovido. Una verdadera pena porque los dos largos que quedaban se veían también muy buenos.
Pero que le haremos, tras valorar lo bueno y lo malo de si nos pillaba o no, decidimos arriesgar lo mínimo y perdimos.
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