Esta vía la abrí con el Niño hace ya 30 años, como pasa el tiempo. Fue de forma un tanto accidental. Ese día íbamos a comenzar Dentromentidos y me olvidé el espitador (la abrimos a mano), así que como alternativa fuimos a esta chimenea, que parecía podríamos hacer sin poner chapas.
Al final salió un poco mas difícil de lo esperado y difícil de asegurar, bastante uso de clavos, en ocasiones la puntita nada mas y en ocasiones hasta la mitad.
Me quedó el retintín de equiparla mínimamente para ascenderla solo con friends.
Al cabo de unos años, La Cómplices ya cumplió esta función en el último largo, pero el resto quedó en el fondo de los proyectos a realizar algún día.
Se cuadran los astros y surge la motivación. Así que con Sandra, Rafaella y Remi rematamos la faena en un par de días. Hemos equipado las reuniones y algún seguro intermedio, tirado un buen número de bloques abajo y demás cascarillas de diversos tamaños. Aún así, estar atentos en los dos primeros largos y que el segundo vaya ayudando a limpiarla totalmente.
El último largo, originalmente de 60 metros y con tremendo roce de cuerdas, se ha dividido en dos (R3 de chapa + friends).
La vía ha quedado como una curiosa ascensión, única en la zona por su estilo: larga chimenea muy encajonada, en un ambiente exótico y diferente.
No entra el sol, no llevar mochila.
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