Tras haber abierto Muki en la pala Sarrahera, con Jordi Escales pretendíamos surcar también la gran placa de la derecha. Ya en su día compramos anclajes inoxidables para ambos itinerarios.
Hace 4 años le dimos un primer tiento, también vino Alejandro Berrocal, pero ya se acababa el verano y nos pilló la niebla, convirtiendo el día en frío tirando a helado. Hago los dos primeros largos y me obligan a rapelar desde la R2, puesto que ni notaban las manos del intenso frío.
Bajamos y dejamos material escondido. Al siguiente ataque vamos Cesar, Nacho y yo, abriendo otros tres largos y medio. El resultado es muy satisfactorio (ideal para el nombre que le pondríamos finalmente a la vía), placas de roca excelente todo el rato y escalada en adherencia con pasos difíciles. En esencia, mucho mejor que Muki aunque de concepción diferente. Esta terminará al final de la pared. A ella le siguen unas campas de hierba tiesas y un tramo final que se adivina bastante roto, por lo tanto descenso en rapel y sin cima.
Pasa un verano en el que no hay forma coincidir y, por fin, este año podemos regresar y acabar un largo y medio que faltaba.
Como estaba previsto, la finalizamos muy dignamente en las campas. Hasta aquí, me parece un muy buen itinerario… si te gusta la adherencia. Nada obligado en lo difícil pero que tienes buenas salidas de seguro a seguro del 6a para abajo.
Podría convertirse en una clásica…si estuviera mas cerca del coche.
El nombre está dedicado a un buen grupo musical que tenemos en a comarca.
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