Para el otro día,
aunque aún estamos algo cansaditos de Cocidito, nos aventuramos en una más
larga del Puigcampana.
Como todas las
vías que he escalado aquí es una verdadera maravilla, con la mejor roca de todo
Alicante concentrada en una sola montaña.
Hace unos años
fue reequipada por uno de sus aperturistas. Bueno, la palabra correcta sería
equipada.
Ruta un poco
histórica por ser la primera en aventurarse por la gran placa Sureste.
Encuentra un buen recorrido serpenteando levemente en su parte inferior, para
ir en busca del gran diedro que desemboca en las viras de descenso.
Abajo lo
predominante es la placa, con alguna fisura esporádica. Un único largo cochino,
pero fácil, nos deja en la base del gran diedro. Aquí desaparecen los paraboles
y hay que dar el callo, escalando largas secciones sin seguros o hacia lo
desconocido (algún clavo oculto). Muy atlético y precioso, es el largo clave de
la ascensión. Salimos del diedro hacia la izquierda (no hacia la derecha como
marca alguna reseña) y lo abandonamos debido a lo discontinuo y matojero de la
parte superior.
Finalizaremos
por los últimos largos del Espolón Central. Aquí ya se nota que sube más gente
por la pulidez de la roca.
Viras y para
abajo, con el grato encuentro de mamá corza y sus 4 enanos en fila india por
detrás.
Esto cansa.
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