Nuevo cambio,
esta vez a otro valle. La pista pasa muy pero que muy cerca de las paredes.
Flipamos con la cantidad de posibilidades para aperturas sobre buena roca a, 1
minuto del vehículo. Finalmente avanzamos hacia el punto en que estas son mas
largas. Aquí el acceso va de 10 a 15 minutos, nada traumático. Unos se dirigen
a la vía oublie tout. Que al final les sale un poco rana.
Como no hay
mucho dónde elegir y yo llevo trastos para la apertura, Chavi, Laia y Yo nos
decantamos por enfrascarnos en una nueva vía.
Tras ver varias
posibilidades nos decidimos por un marcado espolón, al que entraremos por un
marcado diedro-chimenea que se intuye con mejor roca.
Un primer día
nos deja a mas de media altura de los 300 metros que mide la pared. Nos faltan
horas para acabar, pero mañana será otro día. Ha sido una buena jornada, con
una chimenea en su L2 y tramo de OW, dónde no he podido pararme a poner una
chapa y lo pasado un poco mal. De bajada colocaremos all
í una expansión,
porque además la caída no era nada buena. Más arriba, a Chavi le tocó el largo
roto de la vía. De segundo le pego un buen repaso de forma que cambio totalmente
su fisionomía. Cosas de los martillos.
Al siguiente
día, ascendemos una cuerda fija, escalamos algunos largos y finalizamos por una
roca buenísima de esas que ahí por allí.
Una vez arriba
vemos que caminando hubiéramos bajado bien, pero hemos montado rápeles, dejado
alguna batería a mitad de camino y las zapatillas al inicio.
Rapelamos sin
contratiempos, perfecto, una nueva primer, que podría convertirse tranquilamente
en la clásica del valle.
Este segundo día
los compañeros escalan Djin Tonic, en Jebel Assait, según dicen la mejor vía
del viaje.
Un día de
descanso y traslado a la costa, en dirección a Wadi Tiwi.
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