




Que sitio tan bueno, demasiado para ser verdad: que tacto. Para mi el tacto es una de las cosas que más aprecio en una buena pared: la adherencia, el pincho, el grano. El tacto es lo que transmite las mejores sensaciones. Cuando el tacto se pierde, desaparece el encanto (véanse paredes pulidas). Tacto. Y aquí es casi perfecto. Las vías eran todas buenísimas, el lugar perfecto, el equipamiento moderno, aunque chapucero.
Con el tiempo cayó en desuso y en el olvido. Sólo alguna romántica y esporádica visita de tipos despistados o nostálgicos. Las matas volvieron a ocupar el lugar que les corresponde por derecho propio y la pared durmió.
No hace mucho, la Lerisde Conection actuó, reequipó y amplió la pared, de nuevo luce una época dorada y las posibilidades aún existen. Volveremos en busca de EL TACTO.
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