El último día de estancia, me conviene acabar rápido para el viaje de regreso.
Rosa y Miguel Angel bajan a la vega Baja en busca de temperaturas mas templadas.
Yo quedo con Sergi para ir a Sella, cara sur, sin subir muy arriba. Al final llueve bastante en algunos puntos de la provincia, pero allí libramos y únicamente nos caen 4 gotas. Después lluvias torrenciales en la autopista. Hemos salvado de nuevo.
La vía sigue una evidente fisura diagonal, justo a la derecha de Mazinguer Z. El primer largo es una maravilla, lleno de gotas de agua y con una entrada a la reunión, que es la clave de la vía, obligada y hacia la aventura, unos metros muy verticales desde la chapa hasta colocar un friend en un lugar invisible. J
Hay que ir sobrado y echarle morro.
El L2 es una línea de chapas en travesía, cotada de 7a. Como no está el horno para bollos y el frío es curioso, ni me lo miro y le doy en artificial con algunas salidas. Esta repleto de gotas de agua y, salvo un tramito liso al final, se ve bastante factible en libre. Estaría bien venir otro día, con buenas condiciones y sin presión a probarlo, porque se le ve bastante color. Lo malo es que si lo pruebas , luego no vuelves a la reunión, salvo deshaciéndolo, que tampoco cuesta mucho. Al final se acaba todo de repente y obliga a un tramo obligado y con buen vuelo. Escarbo unos buenos agarres en la tierra y le hecho morro, no hay mas remedio si no quiero quedarme a vivir allí.
Sergi lo hace sin problemas, salvo un patinazo en el tramo liso. El obligado final, como si fuese III.
El siguiente le toca a el, menos mal. Tremenda guarrada, sucio y expuesto. Es una pena porque estropea la vía. Al llegar a la reunión me dice: “con lo bien que íbamos”, esa frase lo definiría todo. Creo que con una buena limpieza del largo y colocando algún seguro mas, aparentemente con algún clavo ya haces, para disminuir la exposición e igualarlo al resto de la vía, ganaría muchísimo y se podría convertir en una clásica de la zona.
La cuarta tirada intenta elevar de nuevo el listón y lo consigue. Una travesía por placa tumbada repleta de curiosas gotas de agua, tipo gran monodedo, la hacen deliciosa. Al final vuelve el terreno sucio pero ya mucho mas llevadero.
Y acabamos sin mojarnos, hasta el coche, dónde comienza a arreciar un poco la lluvia.
Han sido unos buenos días de escalada por la Terreta, muchas gracias a todos los que me habéis permitido acompañaros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario