Aunque mas alejado, este otro monolito, también resulta mas estético y bonito. Diría, además, que la roa es también de mayor calidad.
Hace unos años la empresa Mauritanides convocó durante unos días a escultores de varios países del mundo. El objetivo era crear una serie de obras, que quedarían de forma permanente en el lugar. De esta forma toda una serie de esculturas se esparcen bajo un tramo de pared del Aicha. Y la verdad es que si que es un reclamo turístico, puesto que bastantes días vimos algunos vehículos que se dirigían al sector y pasaban un rato observando las formas que se le otorgaron a cada roca.
Sumado a las pinturas rupestres, la vuelta o subida a la cumbre por su vía normal y la curiosa y gigantesca hendidura de formas eróticas y por dónde transcurre l’Origine du Monde, tenemos la escusa perfecta para visitar Aïcha, aunque no escalemos.
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