Tenía clichada una línea que no sigue nada en concreto, mas que un conjunto de placas pero que por lo que sea te llaman la atención mas que otras. En este caso por ir a parar rectos a la punta del gran techo del Aïcha.
Abro el primer largo y continúa Robert. Tras poner dos chapas me dice que ha encontrado un clavo ¿¿¿????
Pienso en las historias que contaba Campillo sobre los Belgas que abrieron algo por aquí hace años y escrutino el terreno a derecha e izquierda en busca de cualquier indicio, nada de nada.
Le digo que lo chape y siga, a ver si vemos algo. Pero me dice que no se puede chapar. Vaya.
Acaba el largo y subo, “pero que demonios es esto?”, un clavo desde luego que no.
Se trata de una espada o algo similar, clavada en la roca, a muerte.
Como no llevo martillo, lo dejamos para la bajada.
Acabamos la vía sin mas percance y desde la última reunión dónde se une a a l’Ombre des jupons, rapelamos.
El artefacto está clavado en una laja, la única de la pared, puedes subir por dónde te de la gana que es la misma dificultad, pero el destino nos ha traído justamente aquí…
Le doy con el martillo y ya rompo uno de los cuernecillos que sobresalen. Está muy clavada. Para no dañarla mas, decido romper cuidadosamente la laja. Extraigo el artefacto como si se tratase de la mismísima Excalibur, es mas grande de lo que parecía.
Después mirando en internet, parecía una lanza o espada. Que casualidad ir a parar justo allí, donde había la única laja (imperceptible) de toda la pared.
Y lo mas importante: “que hacía aquello allí?”
Bajamos y justo debajo descubrimos los restos de un antiguo poblado: cerámicas, piedras para moler y una perfecta explanada con buenas sombras.
Nuestro anfitrión, Dah, tiene clarísimo que se clavó accidentalmente persiguiendo una gacela.
No cuela, demasiado arriba y demasiado clavada.
El artilugio queda allí y el misterio creo que nos acompañará el resto de nuestros días, a pesar de las teorías que fuimos lanzando.
A estas alturas de la película la cámara automática ya no funcionaba a causa de la tierra, luego no hay fotos.
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