Esta era una de las que me quedaron la serie anterior (cuando preparaba la primera guía del Ossau, ahora estoy preparando la segunda). Quedó no porque si, sino porque tenía claro que iba un poco mas allá de las clásicas sencillas, con tramos mas difíciles y cierta exposición. Además el compromiso es sumamente acentuado al ser imposible, o muy complicado un hipotético abandono.
Aprovecho el tirón para entrarle con Xavi.
La vía es una verdadera virguería, de admirar, teniendo en cuenta el año en que se abrió.
Un único buril, medio salido, da fe del buen hacer de sus aperturistas, en medio de semejante muraco liso. Extremadamente sinuosa, atraviesa hasta la saciedad buscando su camino. Roca excelente en todo momento y pasos un grado por encima de lo que marcan las reseñas (como siempre aquí), para no llevarnos sobresaltos. Si no llevamos clavos, estar preparados para hacer algún paso bien expuesto, contar con escalar 6b con el seguro un poco lejos. Con clavos bajamos un poco la exposición y el grado obligado hasta 6a o así.
Muy recomendable para asiduos al macizo que ya hayan escalado las super-clásicas.
Era el día de mayor calor, el viento paró, y aquello se convirtió en un pequeño horno. La últimas tiradas son mas llevaderas con las sombra del medio día.
La idea inicial era enlazar con los últimos largos del Espolón Este, que no tenía hechos, según la hora.
Al llegar al hombro, dónde finaliza la vía, la opinión es unánime: para abajo…menos mal. Tercera prueba superada. Largo camino a casa y dos días de merecido descanso, para preparar una nueva movida en el Ossau, pero esta vez será muuucho mas tranquila.
A petición de Francis Tomas, he cambiado el nombre con el que se le ha conocido esos últimos años a la vía (Tomas) y cambiado al original y verdadero: Face Est 74.
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