Esta vez ya vamos a una de las largas, la de mayor longitud que realizaremos estos días.
Un poco de inquietud por su longitud y por ver si podemos completarla en estos días tan cortos. Aunque tranquilos porque el compromiso en este sentido es nulo. A tal hora para abajo, estemos dónde estemos.
Un itinerario precioso, desde el metro 1 al metro 425. Sucesión de placas plagadas de agujeros de diversos tamaños y una calidad de roca extraordinaria. Como siempre, vamos enlazando largos y llegamos arriba, bien sobrados de tiempo. Aún no está todo perdido.
El último largo está totalmente fuera de toda lógica, porque por la derecha hubiera salido infinitamente mas sencillo, pero inexplicablemente se metieron por el centro del muro liso.
La mayoría de cordadas lo obvian y rapelan antes pero, si vais bien de tiempo y estáis muy fuertes o no le tenéis manía a la escalada artificial, yo lo recomiendo por el gran ambiente que se coge, sobre los abismos de la vertiente norte.
Con Pere.
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